martes, 14 de mayo de 2013

EL ESTRÉS

El estrés es una reacción natural del organismo ante las presiones, pero si no se controla puede afectar gravemente la salud.

En cualquier problema de salud actual o cualquier situación que nos ocasiones temor, inseguridad, angustia, o ansiedad, sale a relucir la palabra estrés y aunque todos hablamos de este fantasma que afecta a todo tipo de personas, no sabemos bien qué es.

El estrés no es una enfermedad, se define como una respuesta normal del organismo ante cualquier situación que altera el equilibrio emocional de una persona y se presenta en cualquier etapa de la vida desde la infancia.

Las reacciones por estrés permiten evitar el peligro, pero cuando este persiste, o no se controla adecuadamente o se convierte en parte de nuestro estilo de vida, es muy perjudicial para la salud física, mental y social ya que ocasiona principalmente mucha fatiga y la incapacidad de actuar adecuadamente.

Durante esta reacción, se activa la liberación de neurotransmisores cerebrales, hormonas como la adrenalina y otros elementos corporales que inician una reacción en cadena provocando el aumento de los niveles de alerta, la transpiración, el aumento de la presión arterial y la sangre desviada de los intestinos a los músculos al mismo tiempo que el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo metabolice más energía.

Cuando el estrés aumenta, intervienen casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluidos entre otros órganos el cerebro, el sistema nervioso, el corazón, el flujo sanguíneo, los niveles hormonales, el proceso digestivo, el sistema excretor, la función muscular, el páncreas y el hígado.

Entre los daños que el estrés puede ocasionar y/o complicar están las enfermedades cardiovasculares, la artritis reumatoide, migrañas y dolores extremos de cabeza y músculos del cuello y espalda principalmente, calvicie, asma, tics nerviosos, impotencia sexual, irregularidades en el ciclo menstrual, colitis y gastritis, diabetes, pérdida o aumento de apetito, disminución o aumento de peso.

Pero también el estrés ocasiona problemas emocionales que repercuten en las relaciones familiares, laborales, escolares ya que no nos deja pensar claramente, hay un fuerte desequilibrio emocional que provoca enojo, bloquea las ideas,y la productividad, preduce miedo y se puede manifestar hasta en conductas violentas en muchas ocasiones.

Origen un causas del Estrés:

El problema del estrés es muy complejo, pero cada vez más preocupante, por un lado, porque es un factor de riesgo presente en muchos problemas de salud, pero por otro lado, porque los problemas de salud suelen agravarlo, lo que hace que este padecimiento sea un círculo vicioso, en ocasiones difícil de controlar.

Muchos son los problemas de salud graves relacionados directamente con el estrés, entre ellos están: las adicciones, la depresión, la hipertensión, los infartos, los trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia, la violencia o los suicidios.

Otro de sus graves problemas es que puede ser ocasionado por cualquier situación o acontecimiento que represente un peligro para la estabilidad y equilibrio emocional de una persona y que es una problema muy individual, ya que aunque varias personas sufran la misma situación, cada persona la asume, enfrenta y reacciona de forma diferente a ellas, es decir la trascendencia y significado es diferente para cada uno, y lo que para algunas personas es insignificante, a otras les genera mucho estrés y más cuando se sienten incomprendidos ante alguna situación.

El estrés además puede ser originado tanto por eventos positivos, como negativos. Entre los primeros están por ejemplo: el nacimiento de un hijo, una boda, un cumpleaños, el examen de titulación, la llegada de un pariente querido, un viaje y hasta el obtener un premio en algún sorteo.


Entre los negativos están por supuesto las enfermedades y los accidentes, la muerte de familiares y amigos, las deudas económicas, la pérdida de empleo, la fatiga física y corporal, los conflictos con las parejas sentimentales o los divorcios, los problemas con los hijos, con los jefes o compañeros de trabajo, con los vecinos, familiares o amigos, la violencia intrafamiliar, el acoso y las violaciones sexuales.

Pero también son motivo de gran estrés, el tiempo, el clima y los fenómenos naturales, el ambiente familiar y laboral, el ruido, algunas noticias, la avería del coche, los exámenes escolares o la búsqueda de trabajo, la asistencia a lugares desconocidos, el conducir, las noticias y otros más.




¿Qué signos nos indican Trastorno Bipolar?

Algunos de los síntomas del trastorno bipolar es la pérdida de sentimientos, interés, fatiga, inmsomnio e incluso hasta llegar a suicidarse.

El trastorno bipolar presenta manifestaciones cíclicas que tiene tres etapas o fases: depresivas, normales y maníacas.

Durante las fases depresivas, se presentan señales como:
- Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
- Estado de ánimo triste, ansioso y con sensación de "vacío".
- Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
- Pérdida de interés o de disfrute en pasatiempos y actividades normalmente agradables, incluyendo la actividad sexual.
- Disminución de la energía, fatiga, letargo y agotamiento.
- Insomnio, despertarse más temprano de lo acostumbrado o dormir más de la cuenta.
- Pérdida de peso, de apetito o de ambos, o por el contrario, comer más de la cuenta y aumentar de peso.
- Tener pensamientos e intentos de muerte o suicidio.
- Inquietud, irritabilidad.
- Dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos que no respondan a ningún tratamiento.

Durante los episodios de normalidad conocidos como eutimia, a persona se comporta igual a las demás.

Durante los episodios maníacos, la persona está exaltada, fuera de razón y no sigue las normas adecuadas en la sociedad. Presenta síntomas como:
- Disminución de la necesidad de dormir o insomnio.
- Autoestima exagerada con sensaciones de grandeza y poder extremo. En muchos casos hasta llegar a pensar que son emisarios de Dios, con alguna misión especial.
- Ganas de hablar, mucho más de lo que es necesario.
- Pensamiento acelerado.
- Distracción y falta de concentración que hace que se pase de una cosa a otra con mucha facilidad.
- Aumento de la energía y de la actividad normal en el trabajo, estudios, actividad sexual.
- Conductas alocadas y de alto riesgo, entren las que están el realizar compras excesivas, indiscreciones sexuales, inversiones económicas sin fundamento.
- Tener problemas legales y/o económicos que involucran robos.
- Euforia anormal o excesiva, con risa constante.
- Irritabilidad inusual con conductas hostiles y amenazantes.
- Aumento del deseo sexual, con indiscreciones, falta de juicio y ética y el uso de aditamentos que "destacan más la sexualidad".
- Comportamiento ridículo e inapropiado en situaciones sociales. Cambio en su apariencia con ropa y maquillajes extraños.

En ocasiones el episodio maníaco solamente es hipomaniaco, es decir que es un episodio como el anterior, pero sin llegar a provocar un deterioro laboral o social.

En muchos casos, el enfermo presenta episodios mixtos que aparecen al mismo tiempo tanto en la fase maníaca como en la depresiva, en estos episodios los rasgos más comunes son:
- Alternancia rápida de distintos estados de ánimo, con depresión , euforia, irritabilidad, mal genio, agitación.
- Insomnio, alteración del apetito.
- Ideas suicidas y síntomas psicóticos, como delirios o alucinaciones.

TRASTORNO BIPOLAR

Entre la euforia y la depresión, este problema mental es peligroso y pone en riesgo la vida.

El trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar, conocido anteriormente como locura circular o psicosis maníaco-depresiva, es un padecimiento que suele ser complicado fundamentalmente por la falta de diagnóstico oportuno y adecuado.

Afecta por igual a hombres y mujeres y generalmente aparece entre los 15 y los 35 años y se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que han padecido este trastorno.

Uno de los problemas más severos de esta enfermedad es el alto riesgo de suicidio existente en cualquiera de los dos fases, lo que puede empeorar si el enfermo abusa del alcohol u otras sustancias adictivas. Por lo que se debe buscar ayuda médica inmediata cuando el enfermo: manifiesta su deseo de suicidarse o habla de muerte, presenta síntomas severos de depresión o manía y ya se la ha diagnosticado trastorno bipolar.

Esta enfermedad impide un equilibrio adecuado del estado de ánimo entre los dos polos emocionales, por eso se llama bipolar. Uno de ellos es la depresión o tristeza y el otro es una manía, excitabilidad o euforia y cuando hay una fluctuación rápida de un estado de ánimo o de un polo hacia otro polo, se presenta el trastorno bipolar.

Es una enfermedad cíclica, que se manifiesta por largos periodos depresivos con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y en casos graves, ideas de suicidio, que se ven interferidos momentáneamente por un periodo normal y después aparece la euforia, un estado de ánimo elevado, alegría desenfrenada, hiperactividad anormal e irritabilidad o grosería.

Dependiendo del tipo de episodios que se presenten, los trastornos bipolares pueden ser:

- De tipo I, con episodios depresivos y maníacos.
- De tipo II, con episodios depresivos e hipomaníacos. Estas personas rara vez experimentan un episodio maníaco completo.

La forma leve de trastornos bipolar, es la llamada ciclotimia, que implica periodos de hipomanía y depresión leve.

Orígenes y causas del trastorno bipolar:

Alteraciones en las áreas del cerebro que regulan el estado de ánimo, origen de este problema.

Aunque el trastorno bipolar es de origen orgánico ya que se origina por alteraciones de las áreas del cerebro que regular el estado de ánimo, ocasionadas por el mal aprovechamiento de los neurotransmisores cerebrales como la serotonina y la dopamina, también se han identificado otros posibles factores que se unen a este.

Uno de ellos es la predisposición genética o herencia, cuando en la familia hay antecedentes de parientes cercanos que han padecido la enfermedad. Se calcula que actualmente puede desarrollarse un trastorno bipolar en descendientes directos de un 25 hasta un 75 %.


Otro factor con el que se ha asociado es de tipo emocional.

Es un padecimiento crónico y si bien se puede controlar, es permanente, lo que quiere decir que una vez presentado un evento, se puede presentar otro y otros durante el resto de la vida.

El diagnóstico de la bipolaridad:

Es importante que se realicen varios diagnósticos ya que los síntomas suelen confundirse con otras enfermedades.

El diagnóstico se establece después de comprobar que la persona presenta los síntomas típicos para los diferentes eventos o fases. La existencia de un solo episodio con toda la sintomatología es suficiente para diagnosticar un trastorno bipolar, pero la recurrencia es la que determina totalmente el diagnóstico, sobre todo porque con este problema se pueden presentar también otro tipo de enfermedades mentales.

Es muy importante que el psicólogo no establezca un diagnóstico, ya que los síntomas de un evento por separado pueden confundirse por ejemplo con los de psicosis, esquizofrenia, los generados por el consumo de sustancias psicotrópicas, la depresión o en déficit de atención e hiperactividad.

La importancia de establecer el diagnóstico adecuado, es que el trastorno bipolar tiene tratamiento preventivo que puede llegar a ser muy eficaz y para ello la participación del enfermo y de sus familiares es muy importante.

Por otro lado, también hay que descartar: esclerosis múltiple, tumores cerebrales, enfermedad de Cushing, enfermedad de dic e hipertiroidismo.

Entre los factores que debe conocer y observar el especialista en salud mental para diagnosticar la enfermedad están:
- El comportamiento y estado de ánimo y las fluctuaciones entre sus diferencias. Lo que deberá ser comentado con parientes del enfermo.
- Los medicamentos que está ingiriendo la persona.
- Los antecedentes familiares, en particular la existencia de casos de bipolaridad.
- Un examen físico para identificar o descartar causas de los síntomas.
- Pruebas de laboratorio para verificar problemas de tiroides o niveles de drogas, si los hubiera.

NOTA IMPORTANTE: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico de especialistas en salud mental, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso. 

¿Cuáles son los síntomas de la Depresión?

La depresión es una enfermedad que presenta síntomas precisos y cambios de estado de ánimo que es necesario atender de inmediato.

Es importante destacar entre la tristeza y la depresión como enfermedad. La tristeza es un sentimiento humano que todos manifestamos ante una situación particular y puede desaparecer pronto.

La depresión es una enfermedad con síntomas claros, que tiene un origen o causa determinada y que dependiendo del nivel de desarrollo, la personalidad y el origen, puede llegar a requerir de ayuda profesional para su manejo.

Los principales síntomas de la depresión son:

- Estado continuo y permanente de tristeza, ansiedad o vacío.
- Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo.
- Sentimientos de culpa, inutilidad y/o impotencia.
- Falta de interés en su familia y amigos.
- Abandono de proyectos y aficiones.
- Cambio de estado de ánimo con predominancia hacia la nostalgia, sensación de desamparo, tristeza, irritabilidad, frustración, inseguridad.
- Bajo rendimiento escolar o laboral.
- Falta de concentración y atención.
- Apatía y desinterés.
- Problemas de comunicación familiar por desánimo.
- Aumento o disminución del sueño, con episodios frecuentes de insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado.
- Disminución de la energía vital, fatiga, cansancio y problemas en la psico-motricidad.
- Bajo rendimiento físico y mental.
- Dolor de cabeza.
- Malestar general.
- Estreñimiento o diarrea y problemas para evacuar.
- Baja autoestima, autocrítica continua, auto-reproches, autoimagen devaluada, comparaciones negativas hacia los demás.
- Sentimientos de inutilidad y culpa.
- Pérdida de interés en todos los aspectos de la vida.
- Dificultad para concentrarse, recordar detalles y para tomar decisiones.
- Aislamiento y soledad.
- Visión negativa del futuro.
- Falta de arreglo personal, pérdida del interés sexual.
- Cambios en el apetito y en los hábitos alimenticios, que pueden llevar al dasarrollo de enfermedades como la bulimia, la anorexia y el comer compulsivamente.
- Desarrollo de adicciones.
- Pensamientos pesimistas, de muerte y suicidio.
- Pensamientos de hipocondriácos y suicidas.
- En algunos casos suele presentarse ansiedad extrema.
- Comer excesivamente o perder el apetito.

viernes, 10 de mayo de 2013

DEPRESIÓN

La depresión es uno de los principales problemas de salud mental que afecta a miles de personas con consecuencias muy graves.
La depresión, que significa "opresión", "encogimiento" o "abatimiento", describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente.
Se caracteriza por tener sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, e incapacita para disfrutar de las cosas o acontecimientos de la vida cotidiana (an-hedonia).
La depresión es una enfermedad severa e incapacitante que puede ser resultado de una reacción ante determinadas circunstancias, como la pérdida de un ser querido, problemas laborales, soledad o alguna enfermedad.
Es hoy en día uno de los principales problemas de salud mental, ya que afectan a 1 de cada 5 personas y puede afectar a todos los estadios pudiendo darse en niños y niñas, adolescentes, adultos y adultos mayores.
En la niñez:
La depresión en la niñez se empezó a reconocer sólo en los años 70. El diagnóstico se acoge a los mismos criterios que en el caso de los adultos aunque la sintomatología puede ser algo más confusa. Su prevalencia en la infancia es del 1-2 por ciento y, en la adolescencia, del 4-5 por ciento.

El niño deprimido puede simular estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, juega menos o deja de hacerlo, expresa el deseo de no querer separarse de los padres o tiene miedo de que uno de los padres se muera.
En la primera infancia pueden desarrollar síntomas atípicos como somatizaciones difusas, trastornos alimenticios, enuresis, etc...
En la adolescencia:
El adolescente puede expresar mal humor, disminuir el rendimiento escolar, presentar conductas desafiantes o presentar brotes de irritabilidad. En ocasiones expresa el trastorno anímico con el desarrollo de conductas de riesgo (consumo de sustancias psicotrópicas, comportamientos para-suicidas, etc...).
Dado que los comportamientos normales varían de una etapa de la niñez a la otra, es a veces difícil establecer si un niño está simplemente pasando por una fase de su desarrollo o si está verdaderamente padeciendo de depresión. A veces, el niño tiene un cambio de comportamiento notorio que preocupa a los padres, o el maestro menciona que el "niño no parece ser el mismo". En esos casos puede sospecharse un trastorno depresivo.

En la mujer:
En mujeres, la depresión se da con una frecuencia que es casi el doble de la del varón. Quizás factores hormonales podrían contribuir a la tasa más alta de depresión en la mujer. Otra explicación posible se basa en el contexto social que viven las mujeres, relativas al sexismo (género).
 En particular, en relación con los cambios del ciclo menstrual, el embarazo,el aborto, el periodo de posparto, la pre-menopausia y la menopausia. Las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona), debido a una existencia de menores niveles de estrógenos, parecen desempeñar por tanto un cierto papel en la etiopatogenia de la depresión.
En el anciano:
En el anciano, el inicio clínico de la depresión puede cursar con una pobre alteración del estado de ánimo. Incluso puede aparecer enmascarada con otros síntomas principales, tales como la pérdida de apetito, alteraciones de la memoria, insomnio, síntomas somáticos, ansiedad o irascibilidad. Puede simular un cuadro de demencia senil, hablándose entonces de pseudo-demencia depresiva.
Cuando un anciano se deprime, a veces su depresión se considera erróneamente un aspecto natural de esa etapa de la vida. La depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, provoca un sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia.
Cuando la persona de edad avanzada acude al psicólogo, puede describir únicamente síntomas físicos. Esto ocurre porque el anciano puede mostrarse reacio a hablar de su desesperanza y tristeza. La persona anciana puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo.
Las depresiones subyacentes en los ancianos son cada vez más identificadas y tratadas por los profesionales de la salud mental. Los profesionales van reconociendo que los síntomas depresivos en los ancianos se pueden pasar por alto fácilmente. También los profesionales detectan mejor los síntomas depresivos que se deben a efectos secundarios de medicamentos que el anciano está tomando, o debido a una enfermedad física concomitante.
Si se elabora el diagnóstico de depresión, el tratamiento con medicamentos o psicoterapia ayuda a que la persona deprimida recupere su capacidad para tener una vida feliz y satisfactorio.
La depresión generalmente se puede desencadenar después de alguna situación problemática, la pérdida de una persona querida, de un objeto, el conocimiento de alguna enfermedad terminal o el resultado de una cirugía.
Pero también es ocasionada por una baja autoestima que conlleve a no sentir aprecio por la vida y la salud, a sentir que nada tiene sentido y al resultado de fracasos continuos en diversos ámbitos de la vida.
Generalmente la depresión es padecida por personas que tienen un alto sentido de la responsabilidad, que sienten una fuerte presión hacia el orden, el cumplimiento del deber, la puntualidad y los escrúpulos morales y que al no lograr sus metas, tienden a culpabilizarse por su fracaso.
La depresión se confunde mucho con la tristeza, pero la diferencia, es que esta última llega a disminuir, pasa pronto y se puede manejar fácilmente, la depresión como enfermedad es complicada y muy compleja.
Las personas que sufren depresión, cuando no son ayudadas adecuadamente, caen en círculos viciosos, que disminuyen paulatinamente la autoestima, lo que produce frustración y a su vez hostilidad que en lugar de manifestarse en contra de otros, se manifiesta hacia uno mismo, provocando grandes sentimientos de culpa, inestabilidad e inseguridad, que ocasiona que las personas actúen de tal forma que sus frustraciones y fracasos se hacen continuos.
En el caso de un cuadro depresivo profundo y sistemático este problema debe tratarse rápida y adecuadamente, porque muchos casos de personas con depresión, los llevan al fracaso sentimental, laboral, familiar y muchas, muchas veces al suicido.


NOTA: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico de un profesional de la salud mental, por lo que no nos hacemos responsables de su uso.






lunes, 6 de mayo de 2013

¿Qué ventajas presenta la "Psicología a domicilio"?


VENTAJAS DE NUESTRA PSICOLOGÍA A DOMICILIO 

- Puedo ayudarle aún cuando su ánimo le dificulte salir a por la ayuda profesional necesaria.

- Puede disponer de un horario de emergencia con "citas exprés" en menos de 24 horas, lo que le proporciona atención una atención más adaptada a tus necesidades (véase horarios de emergencia).

- Minimiza estrés, al no tener que desplazarse, aparcar y llegar a una hora señalada.

- Puede disponer de acompañamiento profesional en momentos traumáticos (acompañamientos en entierros o tanatorios, operaciones quirúrgicas, consultas médicas, salidas, etc...)

- Permite observar problemas de conducta o interacción en el hogar.

- Nuestra tarifa es económica. Ofrecemos descuentos para discapacitados, parados y pensionistas.

¿En qué consiste mi terapia?



LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL

La terapia cognitivo-conductual considera tanto conductas visibles, así como pensamientos, sentimientos y emociones. Esta terapia actúa sobre dos partes, la parte cognitiva o pensamientos y la conductual o comportamiento produciendo cambios rápidos y duraderos sobre sus emociones.

Los objetivos son muy claros y bien definidos.
 - Liberarle de su malestar emocional
- Enseñarle una serie de habilidades, de técnicas, y de estrategias psicológicas para conseguir que afronte los problemas futuros de una forma exitosa hasta superarlos.

FASES DE LA TERAPIA PSICOLÓGICA

1. Evaluación y análisis:
Esta fase, tiene gran importancia para construir toda la terapia. Por ello es importante recoger toda la información necesaria para comprender su problema, cómo se originó dicho problema y por qué. Dura aproximadamente de 1-2 sesiones.

2. Explicación de hipótesis:
Una vez he comprendido su problema, elaboraré una hipótesis y la correspondiente explicación de en qué va a consistir su terapia y técnicas específicas.
Fijaremos conjuntamente objetivos terapéuticos y determinaremos principales valores y su compromiso con ellos. Dura 1-2 sesiones.

3. Terapia:
Comenzaré a enseñarle estrategias concretas para superar su problema. Estas técnicas las aprenderá mediante tareas para casa y durante las sesiones terapéuticas. Además entre sesión y sesión, irá practicando lo aprendido.

Cambiaremos conductas o pensamientos disruptivos, trabajaremos resistencias, etc... y en todo momento le tendré informado de qué estamos haciendo y porqué.
Su duración será variable y dependerá del tipo de problema y del esfuerzo que realice.

4. SEGUIMIENTO:
Una vez aplique con éxito lo aprendido en sus situaciones difíciles, y el problema empiece a desaparecer, distanciaremos las sesiones y trabajaremos para prevenir futuras recaídas fortaleciendo su autonomía para afrontar situaciones.

Cita variable Trimestral, semestral o anual.
La duración de las sesiones suele estar comprendida entre los 50 y los 55 minutos (aprox. 1 hora).


¿Cuándo acudir al Psicólogo?



- Sufre o existe “malestar emocional” en forma de emociones negativas intensas como: depresión, miedo, ansiedad, pánico, cólera, desesperanza…… junto con pérdida de salud en general, no puede dormir, cansancio, falta o exceso apetito…

- Su malestar influye negativamente en su vida en otros: pareja/familia, ocio, trabajo, salud, descanso, proyectos, calidad de vida…

- Necesita orientación profesional, concreta o puntual.

- Amigos, familiares o especialistas (médicos, abogados, profesores…) le aconsejan tratamiento psicológico.

- El tratamiento psicofarmacológico no es satisfactorio.

- No ve salida, no sabe solucionar, ni tomar decisiones.

- Requiere de apoyo psicológico para afrontar situaciones dolorosas (duelos o pérdidas, enfermedades, etc.)

jueves, 2 de mayo de 2013

ANSIEDAD


La ansiedad, llamada también nerviosismo excesivo, o ataque de pánico, consiste en un grave problema en que se altera mucho el sentido de la aprensión.

Abarca varias formas diferentes de un tipo de enfermedad mental, caracterizada por miedo y ansiedad anormal patológica.

Los trastornos de ansiedad se clasifican en dos grupos: síntomas continuos y síntomas episódicos.

Los criterios diagnósticos actuales psiquiátricos reconocen una gran variedad de trastornos de ansiedad. En España, los trastornos de ansiedad afectarían a un 20% de la población adulta.

El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experimentar: aprehensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad disociativa.

Es una respuesta normal a una circunstancia específica y es estimulada por diversos factores que tienen que ver con eventos naturales, preocupaciones, enfermedades, retos, incertidumbres, temores, duelos, angustias o presentimientos.

El problema es en ocasiones tan intenso, que las personas cambian su rutina y forma de vida con tal de evitar sentirse ansiosas, y muchas llegan a desarrollar miedo a estar fuera de la casa, o sea, agorafobia.

Se puede presentar de diversas formas:

- Ansiedad aguda, que se presenta en forma de ataques de pánico, intenso miedo y síntomas físicos como dolor en el pecho, dificultad respiratoria y sensación de una desgracia inminente. Puede ocurrir después o presintiendo algún evento traumático físico o emocional.

- Ansiedad crónica, cuando la situación de la persona es de permanente miedo y ocasiona una depresión severa.

- Ansiedad generalizada, que ocasiona presentimientos derivados de prácticamente cualquier situación que cause incertidumbre y en muchas ocasiones sin causa aparente.

La ansiedad cuando es excesiva, produce síntomas que son tan inquietantes que generan más temor y ansiedad, ocasionando un círculo vicioso y ataques de pánico más frecuentes.

Si vives en la provincia de Alicante y necesitas ayuda, puedes llamar al 656.260.469 y te daremos una dita exprés de atención domiciliaria (Nota: Consultar servicios y horarios)

IMPORTANTE: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico de especialista en salud mental, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.

HIPOCÓNDRIA

Síntomas imaginarios que pueden ocasionar graves daños a la salud física, mental y social que requieren de la atención médica psicológica inmediata.

La hipocóndria es un problema de salud mental. Se caracteriza por creer que se está padeciendo o que se tiene una enfermedad, por el simple hecho de sentir uno o varios síntomas que en la mayoría de los casos son "inventados" o exagerados.

Este problema llega a ser muy severo ya que afecta la calidad de vida de quienes lo padecen y de sus familiares, ya que se sienten impotentes e incapaces de dar ayuda al enfermo.

A veces este problema se presenta de forma esporádica y en otras ocasiones es crónico y casi siempre aparece cuando hay crisis o periodos de depresión, soledad, ansiedad o estrés y la persona no sabe como canalizarlos o manejarlos y siente una enorme necesidad de llamar la atención, aunque también son síntomas de una persona con esquizofrenia.

La hipocóndria es un problema que se presenta con mayor frecuencia en hombres y aunque es más común entre los 30 o 40 años en hombres y entre los 40 a 50 en las mujeres, hay niños y jóvenes que también la padecen y los "enfermos", viven esperando a que el psicólogo les diga que tienen algo grave para estar tranquilos, aunque poco les dura, porque pronto empiezan a "sentir" nuevos síntomas.

Con frecuencia, este problema se presenta en personas que han padecido alguna enfermedad real, por ejemplo, un niño asmático, tiene más posibilidades de desarrollar un problema imaginario con síntomas no relacionados con el asma.

Otras personas se refugian en una enfermedad para llamar la atención, eludir responsablidades, aplazar o evitar decisiones, desarrollar compasión o mantener a alguien a su lado, por lo que sus "enfermedades" se convierten en el punto medular de todas su pláticas.

El problema principal radica en que la vida de la persona se centra en la preocupación por su cuerpo y en el estar pendientes de cualquier síntoma, signo o manifestación que "pueda" indicar algún mal. Tienden a cuidarse en exceso para evitar su "agravamiento" y siempre sienten que no son atendidos adecuadamente por el psicólogo, por lo que consulta a uno y a otro, por lo que la familia termina muy cansada, con grandes gastos económicos y molesta por las constantes quejas.

Los hipocondriacos son muy sensibles al dolor físico por lo que un simple pinchazo, golpe o raspón, suele convertirse en todo un evento y tormento, ya que desean que todos los demás vean como muy grave su problema.

La interpretación distorsionada de los síntomas físicos llegan a tener tal peso en su mente y sus conductas que su calidad de vida se ve totalmente afectada y pueden llegar a presentar cuadros "clínicos" muy peligrosos, o a realizar acciones como el auto medicarse por todo y para todo, con los riesgos enormes que esto conlleva. También suelen realizarse estudios que por su naturaleza representan un riesgo en sí mismos y sumirse en cuadros de depresión intensos al sentir que están "al borde de la muerte".

Tratamiento de la Hipocóndria

mediante la Terapia Cognitivo-conductual, el psicólogo, ayudará al paciente a analizar los errores y obsesiones que hay en su pensamiento para que el paciente piense de una forma más realista, que le ayude a sentirse meyor y de formas menos incapacitantes.

Importante: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico por un especialista en salud mental, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.