viernes, 10 de mayo de 2013

DEPRESIÓN

La depresión es uno de los principales problemas de salud mental que afecta a miles de personas con consecuencias muy graves.
La depresión, que significa "opresión", "encogimiento" o "abatimiento", describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente.
Se caracteriza por tener sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, e incapacita para disfrutar de las cosas o acontecimientos de la vida cotidiana (an-hedonia).
La depresión es una enfermedad severa e incapacitante que puede ser resultado de una reacción ante determinadas circunstancias, como la pérdida de un ser querido, problemas laborales, soledad o alguna enfermedad.
Es hoy en día uno de los principales problemas de salud mental, ya que afectan a 1 de cada 5 personas y puede afectar a todos los estadios pudiendo darse en niños y niñas, adolescentes, adultos y adultos mayores.
En la niñez:
La depresión en la niñez se empezó a reconocer sólo en los años 70. El diagnóstico se acoge a los mismos criterios que en el caso de los adultos aunque la sintomatología puede ser algo más confusa. Su prevalencia en la infancia es del 1-2 por ciento y, en la adolescencia, del 4-5 por ciento.

El niño deprimido puede simular estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, juega menos o deja de hacerlo, expresa el deseo de no querer separarse de los padres o tiene miedo de que uno de los padres se muera.
En la primera infancia pueden desarrollar síntomas atípicos como somatizaciones difusas, trastornos alimenticios, enuresis, etc...
En la adolescencia:
El adolescente puede expresar mal humor, disminuir el rendimiento escolar, presentar conductas desafiantes o presentar brotes de irritabilidad. En ocasiones expresa el trastorno anímico con el desarrollo de conductas de riesgo (consumo de sustancias psicotrópicas, comportamientos para-suicidas, etc...).
Dado que los comportamientos normales varían de una etapa de la niñez a la otra, es a veces difícil establecer si un niño está simplemente pasando por una fase de su desarrollo o si está verdaderamente padeciendo de depresión. A veces, el niño tiene un cambio de comportamiento notorio que preocupa a los padres, o el maestro menciona que el "niño no parece ser el mismo". En esos casos puede sospecharse un trastorno depresivo.

En la mujer:
En mujeres, la depresión se da con una frecuencia que es casi el doble de la del varón. Quizás factores hormonales podrían contribuir a la tasa más alta de depresión en la mujer. Otra explicación posible se basa en el contexto social que viven las mujeres, relativas al sexismo (género).
 En particular, en relación con los cambios del ciclo menstrual, el embarazo,el aborto, el periodo de posparto, la pre-menopausia y la menopausia. Las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona), debido a una existencia de menores niveles de estrógenos, parecen desempeñar por tanto un cierto papel en la etiopatogenia de la depresión.
En el anciano:
En el anciano, el inicio clínico de la depresión puede cursar con una pobre alteración del estado de ánimo. Incluso puede aparecer enmascarada con otros síntomas principales, tales como la pérdida de apetito, alteraciones de la memoria, insomnio, síntomas somáticos, ansiedad o irascibilidad. Puede simular un cuadro de demencia senil, hablándose entonces de pseudo-demencia depresiva.
Cuando un anciano se deprime, a veces su depresión se considera erróneamente un aspecto natural de esa etapa de la vida. La depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, provoca un sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia.
Cuando la persona de edad avanzada acude al psicólogo, puede describir únicamente síntomas físicos. Esto ocurre porque el anciano puede mostrarse reacio a hablar de su desesperanza y tristeza. La persona anciana puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo.
Las depresiones subyacentes en los ancianos son cada vez más identificadas y tratadas por los profesionales de la salud mental. Los profesionales van reconociendo que los síntomas depresivos en los ancianos se pueden pasar por alto fácilmente. También los profesionales detectan mejor los síntomas depresivos que se deben a efectos secundarios de medicamentos que el anciano está tomando, o debido a una enfermedad física concomitante.
Si se elabora el diagnóstico de depresión, el tratamiento con medicamentos o psicoterapia ayuda a que la persona deprimida recupere su capacidad para tener una vida feliz y satisfactorio.
La depresión generalmente se puede desencadenar después de alguna situación problemática, la pérdida de una persona querida, de un objeto, el conocimiento de alguna enfermedad terminal o el resultado de una cirugía.
Pero también es ocasionada por una baja autoestima que conlleve a no sentir aprecio por la vida y la salud, a sentir que nada tiene sentido y al resultado de fracasos continuos en diversos ámbitos de la vida.
Generalmente la depresión es padecida por personas que tienen un alto sentido de la responsabilidad, que sienten una fuerte presión hacia el orden, el cumplimiento del deber, la puntualidad y los escrúpulos morales y que al no lograr sus metas, tienden a culpabilizarse por su fracaso.
La depresión se confunde mucho con la tristeza, pero la diferencia, es que esta última llega a disminuir, pasa pronto y se puede manejar fácilmente, la depresión como enfermedad es complicada y muy compleja.
Las personas que sufren depresión, cuando no son ayudadas adecuadamente, caen en círculos viciosos, que disminuyen paulatinamente la autoestima, lo que produce frustración y a su vez hostilidad que en lugar de manifestarse en contra de otros, se manifiesta hacia uno mismo, provocando grandes sentimientos de culpa, inestabilidad e inseguridad, que ocasiona que las personas actúen de tal forma que sus frustraciones y fracasos se hacen continuos.
En el caso de un cuadro depresivo profundo y sistemático este problema debe tratarse rápida y adecuadamente, porque muchos casos de personas con depresión, los llevan al fracaso sentimental, laboral, familiar y muchas, muchas veces al suicido.


NOTA: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico de un profesional de la salud mental, por lo que no nos hacemos responsables de su uso.