jueves, 2 de mayo de 2013

HIPOCÓNDRIA

Síntomas imaginarios que pueden ocasionar graves daños a la salud física, mental y social que requieren de la atención médica psicológica inmediata.

La hipocóndria es un problema de salud mental. Se caracteriza por creer que se está padeciendo o que se tiene una enfermedad, por el simple hecho de sentir uno o varios síntomas que en la mayoría de los casos son "inventados" o exagerados.

Este problema llega a ser muy severo ya que afecta la calidad de vida de quienes lo padecen y de sus familiares, ya que se sienten impotentes e incapaces de dar ayuda al enfermo.

A veces este problema se presenta de forma esporádica y en otras ocasiones es crónico y casi siempre aparece cuando hay crisis o periodos de depresión, soledad, ansiedad o estrés y la persona no sabe como canalizarlos o manejarlos y siente una enorme necesidad de llamar la atención, aunque también son síntomas de una persona con esquizofrenia.

La hipocóndria es un problema que se presenta con mayor frecuencia en hombres y aunque es más común entre los 30 o 40 años en hombres y entre los 40 a 50 en las mujeres, hay niños y jóvenes que también la padecen y los "enfermos", viven esperando a que el psicólogo les diga que tienen algo grave para estar tranquilos, aunque poco les dura, porque pronto empiezan a "sentir" nuevos síntomas.

Con frecuencia, este problema se presenta en personas que han padecido alguna enfermedad real, por ejemplo, un niño asmático, tiene más posibilidades de desarrollar un problema imaginario con síntomas no relacionados con el asma.

Otras personas se refugian en una enfermedad para llamar la atención, eludir responsablidades, aplazar o evitar decisiones, desarrollar compasión o mantener a alguien a su lado, por lo que sus "enfermedades" se convierten en el punto medular de todas su pláticas.

El problema principal radica en que la vida de la persona se centra en la preocupación por su cuerpo y en el estar pendientes de cualquier síntoma, signo o manifestación que "pueda" indicar algún mal. Tienden a cuidarse en exceso para evitar su "agravamiento" y siempre sienten que no son atendidos adecuadamente por el psicólogo, por lo que consulta a uno y a otro, por lo que la familia termina muy cansada, con grandes gastos económicos y molesta por las constantes quejas.

Los hipocondriacos son muy sensibles al dolor físico por lo que un simple pinchazo, golpe o raspón, suele convertirse en todo un evento y tormento, ya que desean que todos los demás vean como muy grave su problema.

La interpretación distorsionada de los síntomas físicos llegan a tener tal peso en su mente y sus conductas que su calidad de vida se ve totalmente afectada y pueden llegar a presentar cuadros "clínicos" muy peligrosos, o a realizar acciones como el auto medicarse por todo y para todo, con los riesgos enormes que esto conlleva. También suelen realizarse estudios que por su naturaleza representan un riesgo en sí mismos y sumirse en cuadros de depresión intensos al sentir que están "al borde de la muerte".

Tratamiento de la Hipocóndria

mediante la Terapia Cognitivo-conductual, el psicólogo, ayudará al paciente a analizar los errores y obsesiones que hay en su pensamiento para que el paciente piense de una forma más realista, que le ayude a sentirse meyor y de formas menos incapacitantes.

Importante: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico por un especialista en salud mental, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.